viernes, 2 de diciembre de 2011

Cocodrilos.

Los cocodrilos y sus parientes son reptiles de cuatro patas, muy similares a los lagartos. Se distinguen por su usual gran tamaño. En la espalda, desde el cuello hasta la cola, tienen hileras de placas óseas, que pueden dar la impresión de espinas o dientes. Quizás los conocemos mejor por su ferocidad, y en los casos de las especies mayores, por ser peligrosos al máximo.
Estos reptiles se mantienen gran parte del tiempo en el agua. Debido a su anatomía son capaces de abrir la boca y tragar debajo del agua sin ahogarse. La reproducción de los cocodrilos es por huevos. Las madres hacen un nido que puede ser un hueco en la arena o una pequeña montaña de tierra y hojas secas, hierba y otras partes de la vegetación. Usualmente este nido es construido cerca del agua y es donde la hembra desova. Como en los otros reptiles, en los cocodrilos la temperatura de la incubación puede determinar el sexo. 
Por cierto, los dientes a los cocodrilos no le sirven ni para mascar ni para cortar. Sólo le sirven para atrapar y sujetar. Cuando la presa es muy grande, el cocodrilo le arrancan un miembro o parte usando todo el peso de su cuerpo mientras da vueltas. También acostumbran esconder bajo el agua las presas. De esta forma se le suaviza la carne que ellos entonces desgarran.

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