lunes, 6 de febrero de 2012

Corrientes marinas

Una corriente oceánica o marina es un movimiento superficial de las aguas de los océanos y en menor grado, de los mares más extensos. Estas corrientes tienen multitud de causas, principalmente, el movimiento de rotación terrestre y por los vientos constantes o planetarios, así como la configuración de las costas y la ubicación de los continentes.

El concepto de corrientes marinas se refiere a las corrientes de agua en la superficie de los océanos y mares mientras que las corrientes submarinas no son sino movimientos de compensación de las corrientes superficiales. Esto significa que si en la superficie las aguas superficiales van de este a oeste en la zona intertropical, en el fondo del océano, las aguas se desplazarán siguiendo ese movimiento de rotación de oeste a este.

El movimiento de compensación de las corrientes marinas no sólo se produce entre la superficie y el fondo submarino, sino también en la propia superficie, aunque en este caso, es mucho menor.


Corrientes marinas en la superficie de los océanos y mares. Las corrientes marinas cálidas aparecen en color rojo y amarillo, el afloramiento de aguas profundas y frías en las costas occidentales de los continentes, así como las corrientes que este afloramiento origina, en color verde, y la capa superficial de hielo oceánico está identificada con líneas de color aproximadamente morado o rosado. Las corrientes de otros tipos aparecen en flechas de color negro


Desde hace unas cuantas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a escala global es tridimensional, con movimientos horizontales en la superficie, en los que el viento y la inercia producida por la rotación terrestre juegan un importante papel y con movimientos verticales, en los que la configuración del relieve submarino y de las costas modifican los efectos de la rotación de la Tierra, que crea una fuerza centrífuga tendente a "abultar" el nivel oceánico a lo largo de la circunferencia ecuatorial. Se trata de la corriente ecuatorial que se dirige, por inercia, en sentido contrario a la rotación terrestre. En el fondo submarino tanto del océano Atlántico como del Pacífico, el agua acompaña a la litosfera en el movimiento de rotación terrestre y ello se debe a la enorme presión que soportan esas aguas abisales. Pero al llegar a las costas occidentales de los continentes, el talud continental, que constituye un plano inclinado, actúa como una especie de "ascensor" para esas aguas profundas haciéndolas subir y creando lo que se denomina surgencia de aguas frías, lo que viene a ocasionar una corriente, esta vez superficial, en sentido contrario al que tenían las aguas profundas, es decir, de este a oeste.

De esta manera se originan en las costas occidentales de los continentes corrientes de aguas sumamente frías ya que emergen de gran profundidad: recordemos que las aguas profundas del océano se encuentran a una temperatura de 4° C, ya que a esta temperatura es cuando alcanza su mayor densidad.

En resumen, los patrones de circulación de las aguas oceánicas se originan por una compleja síntesis de fuerzas que actúan de forma diversa y variable en el tiempo y en el espacio, siendo las más importantes de estas fuerzas: el movimiento de rotación terrestre, la configuración del fondo submarino, la forma de las costas y su influencia en la dirección de las corrientes, la desigual absorción y transporte de calor por la radiación solar absorbida por las aguas marinas, la influencia mutua entre las corrientes marinas y los vientos, el cambio de nivel de las aguas cálidas superficiales debido a las mareas, la desviación de las corrientes debido al efecto de Coriolis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario